III Gran Fonda Ramabar
¡
-¡Aro! ¡Aro! ¡Aro! Si ésta es la cuarta fonda ramabar... debió haber una tercera. Y si no recuerdo mal... en septiembre del año pasado a mí no me invitaron a ninguna parte...
-Sí, sí tiene razón. Es que la Gran Fonda Ramabar del año pasado no fue en septiembre si no en agosto.
-Pero eso no es fonda, po. Una fiesta común y corriente habrá sido.
-No po, weón... sí fue fonda la cuestión. Y la tremenda fonda. Imagínate, con lo traicionero que es agosto, llovía que se las rajaba y la presentación de Secuaces -que iban por su segunda fonda consecutiva- se aguó, pero la fonda no se canceló nada. El Manzana se iba a EE.UU. como tres días después, así la hicimos antes nomás. Cáchate q andaba la peluca naranja, weón, peluca naranja... Y se apelucaron varios... unos por ahí, otros por allá, otros siguen apelucados hasta hoy... ¡hasta 
don Mario se apelucó! Brígido... La parrilla la pusimos bajo techo y como estuvimos de lo más encerrados la señora del del fétido bufonidae no (se) molestó en lo más mínimo. Comida hubo, copete también, hielo nos faltó pero fuimos a comprar. Chavas... wenas. Chavos... todos regios y exitosos, nada de gorditos peludos. Largos y multicolores sombreros de copa. Sinfines tiras de plástico tricolor. Postre de limón, para los más apitutados. ¿Paltas?
-¡Ah mierrrrda! Weón...
-Sí, pelao, si estuvo wena la cosa.
-¡Ah mierrrrda! Weón...
Y se fue, repitiendo aquella frase, minuto tras minuto; hasta que iba cruzando la calle y un camión tres cuartos le frenó casi encima. Ahí decidió concentrarse en su caminata.
Haga click aquí o en cualquiera de las fotos pa mandarse a cambiar a flickr y saborear todo lo que fue la III Gran Fonda Ramabar.
-¡Aro! ¡Aro! ¡Aro! Si ésta es la cuarta fonda ramabar... debió haber una tercera. Y si no recuerdo mal... en septiembre del año pasado a mí no me invitaron a ninguna parte...-Sí, sí tiene razón. Es que la Gran Fonda Ramabar del año pasado no fue en septiembre si no en agosto.
-Pero eso no es fonda, po. Una fiesta común y corriente habrá sido.
-No po, weón... sí fue fonda la cuestión. Y la tremenda fonda. Imagínate, con lo traicionero que es agosto, llovía que se las rajaba y la presentación de Secuaces -que iban por su segunda fonda consecutiva- se aguó, pero la fonda no se canceló nada. El Manzana se iba a EE.UU. como tres días después, así la hicimos antes nomás. Cáchate q andaba la peluca naranja, weón, peluca naranja... Y se apelucaron varios... unos por ahí, otros por allá, otros siguen apelucados hasta hoy... ¡hasta don Mario se apelucó! Brígido... La parrilla la pusimos bajo techo y como estuvimos de lo más encerrados la señora del del fétido bufonidae no (se) molestó en lo más mínimo. Comida hubo, copete también, hielo nos faltó pero fuimos a comprar. Chavas... wenas. Chavos... todos regios y exitosos, nada de gorditos peludos. Largos y multicolores sombreros de copa. Sinfines tiras de plástico tricolor. Postre de limón, para los más apitutados. ¿Paltas?-¡Ah mierrrrda! Weón...-Sí, pelao, si estuvo wena la cosa.
-¡Ah mierrrrda! Weón...
Y se fue, repitiendo aquella frase, minuto tras minuto; hasta que iba cruzando la calle y un camión tres cuartos le frenó casi encima. Ahí decidió concentrarse en su caminata.
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Categoría: Vida Social
